Febrero 2025: Incertidumbre, improvisación y ECOE

En este número de Febrero 2025, Doctutor aborda temas sobre la Incertidumbre en residentes de familia y estudiantes de medicina, el valor de la improvisación en educación médica, la necesidad de complementar la ECOE para valorar el nivel en el que nuestros estudiantes adquieren competencia tras sus estudios de grado en medicina y lo cerramos con una narrativa clínica, esta vez de una compañera médico que nos relata su experiencia como paciente.
En “La Incertidumbre en residentes de familia y estudiantes de medicina” Roger Ruiz trae dos estudios cualitativos publicados, uno con estudiantes de medicina (publicado previamente en Doctutor) y otro con residentes de medicina de familia. Los resultados de estos estudios muestran que el fenómeno de la incertidumbre clínica tiene una triple fuente: biomédica, interpersonal y psicosocial. Este fenómeno, sin embargo, no es negativo y mientras que la incertidumbre biomédica los residentes de familia la afrontan mediante el uso de estrategias de búsqueda de información, las otras dos, les llevan, tanto a los residentes como a los estudiantes, a la búsqueda de soluciones mediante la reflexión sobre la realidad de la práctica clínica que representa la interacción entre ellos mismos y la persona del paciente y sus circunstancias, mostrando así la importancia de una educación médica que incorpore las humanidades médicas.
En España, la Conferencia Nacional de Decanos de Facultades de Medicina estableció los criterios comunes de una prueba tipo ECOE para valorar la competencia profesional del alumno. El artículo “Evaluación de habilidades clínicas en las Facultades españolas: momento de añadir a la ECOE otras pruebas” pone el foco en como la pandemia por COVID, evidenció algunas limitaciones importantes de esta prueba, a la vez que facilitó la introducción de otras pruebas para evaluar el desempeño (o evaluaciones en el lugar de trabajo), que ya han sido o están siendo incorporadas en muchas escuelas de medicina del mundo, para compensar las limitaciones de la ECOE y obtener así una información más fiable sobre la competencia real del estudiante o residente. En España, tal vez sea el momento de hacer esto también.
Christiaan Alexander Rodhius y Marco Antonio de Carvalho Filho en su colaboración “La improvisación en la práctica y educación médicas”, nos llaman la atención sobre el “arte de la improvisación”, el cual se vincula con el arte de vivir, para argumentarnos que aprender a improvisar es crucial para la educación médica; sus argumentos se fundamentan en que la improvisación conecta la expectativa con la acción intencional orientada a involucrarse juntos.
Finalmente, Remei Raga, médica y paciente nos relata en “Mírame, háblame, tócame” su la experiencia que vivió como paciente de cirugía cardiovascular en un hospital.