Adaptabilidad: una actitud clave a desarrollar por los docentes y los clínicos
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Resumen: Este artículo pretende exponer algunos argumentos sobre las razones por las que la adaptabilidad es crucial, especialmente en el ámbito de la educación médica y ante un panorama educativo que, en los momentos actuales se encuentra ciertamente impulsado por la IA. Para ello, se definen y ofrecen algunas de las habilidades que conforman la forma de comportarse de la persona “adaptable”, pero sobre todo, se hace énfasis en el aspecto fundamental de la adaptabilidad, la cual, aunque se revela mediante habilidades o estrategias concretas, es más bien una mentalidad que debe ser antes que nada interiorizada y asumida por la persona.
Adaptability: a key attitude to develop by teachers and clinicians
Summary: This article aims to present some arguments about the reasons why adaptability is crucial, especially in the field of medical education and in the face of an educational panorama that, at present, is certainly driven by AI. To do this, some of the skills that make up the way of behaving of the “adaptable” person are defined and offered, but above all, emphasis is placed on the fundamental aspect of adaptability: although it is revealed through specific skills or strategies, it is more, a mentality that must, first of all, be internalized and assumed by the person
Cuando yo era estudiante se decía que la mitad de la medicina que nos enseñaban en la facultad, a los cinco años habría cambiado o “no sería cierta”, algunos añadían que además no nos podían decir que mitad sería la que no valdría. Pues bien, en la medicina actual, la del incipiente segundo cuarto de siglo XXI, la cosa es mucho más dramática en cuanto a esa capacidad para el cambio y para quedarse obsoleto lo que ayer aún era válido. La experiencia vivida desde 2020 con la pandemia o la incorporación en todos los campos de la salud, la atención sanitaria y la educación médica, de la Inteligencia Artificial (IA), nos ha hecho a todos vivir esa necesidad para cambiar y renovar las formas y contenidos de nuestra práctica y enseñanza/aprendizaje.
Creo que ante ese escenario, la pregunta clave que cualquier médico, docente clínico o estudiante de medicina debe hacerse, debía ser ¿qué es lo que tengo que hacer para poder mantenerme al día y poder ofrecer a mis pacientes una atención de calidad y a mis estudiantes/residentes unas enseñanzas de utilidad? Sin duda que ante este tipo de preguntas nos surgen multitud de posibles respuestas, todas seguramente pertinentes, que además abarcarán muy diferentes dominios del saber y el actuar médico y docente. Sin embargo, tal vez la respuesta a esta pregunta no tenga tanto que ver con esos aspectos parciales, sino con el cultivo de habilidades o la predisposición para incorporar actitudes de una naturaleza más genérica. Propongo contemplar a “la adaptabilidad” como este rasgo deseable y necesario para adquirir por parte del clínico y del educador y aprendiz médico. Seguramente nos es familiar el perspicaz dicho: “No es la especie más fuerte, ni la más inteligente la que sobrevive. Es la que se adapta mejor al cambio”. Propongo también tomarla como recordatorio oportuno de nuestra realidad.
En este artículo pretendo exponer algunos argumentos sobre las razones por las que la adaptabilidad nos es crucial, especialmente en el ámbito de la educación médica y ante un panorama educativo que, en los momentos en los que escribo esto, se encuentra ciertamente impulsado por la IA. Para ello, trataré de definir y de ofrecer algunas de las habilidades que conforman esta forma de comportarse que es la de la persona “adaptable”
Algunas consideraciones previas sobre la adaptabilidad (AD)
Existe la idea errónea de que la fuerza de voluntad y la inteligencia son los ingredientes fundamentales para afrontar los cambios. La fuerza de voluntad, sin embargo, aunque importante no es una cualidad que por si misma represente la solución definitiva ante un problema nuevo, aunque desde luego contribuyea avanzar en la solución a cualquier problema de cualquier tipo. Por ejemplo, la insistencia en soluciones inoperantes no contribuyen a la solución del problema en cuestión, por muy voluntariosos que seamos. Se puede entonces argüir que para eso la inteligencia es el arma definitiva. Y efectivamente, la inteligencia es una valiosa arma,…pero de doble filo.Ser inteligente es sin duda beneficioso, pero no es infalible. Tomemos, por ejemplo, un caso del mundo de la empresa, el caso de Kodak, que alguna vez fue un gigante de la industria de la fotografía. A pesar de contar con un equipo de mentes brillantes e incluso ser pionera en la primera cámara digital en 1975 a través de su ingeniero Steven Sasson, la empresa no logró adaptarse a la era digital. Kodak dudó en adoptar la fotografía digital, temiendo que canibalizaría su altamente rentable negocio cinematográfico. Esta renuencia a adaptarse llevó a su caída y finalmente se declararon en quiebra en 2012. Esta es una advertencia de que la inteligencia por sí sola no es suficiente; la adaptabilidad es clave.
La cita, “No es la especie más fuerte, ni la más inteligente la que sobrevive. Es la que se adapta mejor al cambio”, nos subraya que la adaptabilidad es la clave para la supervivencia. Trasladada al volátil mundo de la medicina actual, ser capaz de pivotar, aprender y aplicar conocimientos en diferentes escenarios tiene un valor incalculable.
Existe una cosa que se llama el cociente de adaptabilidad. Los estudios demuestran que un alto cociente de adaptabilidad (ADQ) predice el éxito mejor que el coeficiente intelectual. El ADQ mide cómo de adecuadamente un individuo puede adaptarse al cambio, tomar decisiones bajo presión y resolver problemas en situaciones nuevas. En un mundo donde el cambio es la única constante, un ADQ alto se está convirtiendo cada vez más en un rasgo buscado tanto en el ámbito personal como profesional. Por ejemplo, en relación con la IA, a la que podemos considerar como el elemento actual catalizador del cambio: una actitud qué pretenda la adaptabilidad ante esta novedad es más importante que nunca.Así, podemos considerar y priorizar el convertirnos y adoptar en nuestras escuelas de medicina o centros sanitarios la IA. Al dominar las habilidades necesarias para adaptar e implementar la IA en nuestro puesto de trabajo, no solo aseguraremos el puesto sino que también podremos fácilmente convertirnos en un activo de valor para nuestra organización cualquiera que sea su tipo.
Finalmente, las consideraciones éticas. Particularmente en medicina y en educación médica, la IA nos genera de entrada una gran variedad de preocupaciones éticas. Es cierto que a medida que la IA se vuelve más frecuente, las consideraciones éticas cobran un mayor protagonismo. Cuestiones como la privacidad de los datos, el sesgo algorítmico y el uso ético de la IA en la toma de decisiones se vuelven cada vez más importantes. Aquí, ser adaptable significa no sólo mantenerse al día con los cambios tecnológicos, sino también comprender y navegar el panorama ético que los acompaña.
La sinergia humano-IA. Deberíamos considerar a la IA como dentro de un tándem sinérgico con lo propiamente humano.Así, la IA no es sólo una herramienta; sino una extensión de la inteligencia humana, de nuestra propia inteligencia. Como dice Yann LeCun: «Nuestra inteligencia es lo que nos hace humanos, y la IA es una extensión de esa cualidad». Esta sinergia entre la inteligencia humana y la IA abre nuevas vías para la productividad y la innovación. Aceptar esta sinergia requiere sin embargo y sobre todo, adaptabilidad, lo que implica aprender a trabajar junto con la IA para resolver problemas complejos y crear valor.
La capacidad para la «prospección». Nuestra capacidad de mirar hacia el futuro e imaginar escenarios posibles es exclusivamente humana. A esto se puede llamar capacidad para la «prospección». La mejor forma de definir esta capacidad o habilidad para la acción es como una “mentalidad de futuro”. Por ejemplo, a medida que hemos ido saliendo de la pandemia, hemos ido redefiniendo nuestra forma de atender a los pacientes y de hacer nuestro trabajo docente.
¿Puedes para un momento y tratar de enumerar algunas acciones que hoy habitualmente llevas a cabo que no hacías antes de la pandemia?
Qué significa tener adaptabilidad
Deberíamos asumir que lo importante ante el futuro no es el tipo de situación que surja, sino el poder afrontarla de manera eficaz y seguir adelante. La adaptabilidad es una habilidad fundamental, tanto en el trabajo como en la vida. Esto implica dar importancia, no tanto al contenido y la mayor o menor complejidad de los posibles problemas que puedan surgir, y preocuparnos por nuestro grado de preparación para afrontarlos, sino sobre todo a cultivar una mente abierta dispuesta a cambiar de opinión. La capacidad de repensar y actuar en consecuencia es una parte fundamental del desarrollo de la adaptabilidad
Si la adaptabilidad es la capacidad de cambiar y adaptarse, lo contrario es la inflexibilidad. Las personas inflexibles o rígidas tienen dificultades para afrontar situaciones o condiciones nuevas. Estos rasgos pueden hacer que la personas parezcan desconectadas o poco comprometidas. Es posible que no quieran probar cosas nuevas, teman no tener éxito en ellas, se resistan a cambios que mejorarían su vida laboral y muestren falta de voluntad para aprender de los errores. A menudo, tienen problemas para escuchar e incorporar comentarios.
Habilidades que denotan la adaptabilidad
Las habilidades de adaptabilidad son las que hacen que las personas y los equipos sean más capaces de prosperar durante una época de cambios o cuando se enfrentan a nuevos desafíos. La capacidad de adaptarse es crucial para los líderes y sus equipos pero también para los aprendices o médicos del staff en situaciones de crisis o cambios profundos, como, por ejemplo, lo hemos vivido durante la pandemia. Cuando el entorno laboral cambia rápidamente, las personas y los equipos adaptables pueden afrontar en tiempo real los nuevos problemas de forma más eficaz.
Hay tres tipos de habilidades para la adaptabilidad: flexibilidad cognitiva, flexibilidad social y flexibilidad conductual. Los dos primeros están relacionados con la adaptación de pensamientos y las interacciones con los demás, mientras que el tercero se refiere a la adaptación de acciones.
Las habilidades de adaptabilidad son diferentes de las habilidades para la resolución de problemas. Estas últimas, pueden incluir encontrar la solución adecuada a un problema, mientras que la adaptabilidad en realidad es simplemente responder a cambios en la demanda y cambios en las prioridades que a menudo están fuera de nuestro control. Sin embargo, una mentalidad adaptativa a menudo conduce a una resolución de problemas más sólida y creativa.
Cuando pensamos en la adaptabilidad, es posible considerar habilidades interpersonales, como la escucha activa y la mentalidad de crecimiento, así como habilidades cognitivas como el pensamiento crítico. La adaptabilidad también se extiende a habilidades sociales como el liderazgo, la comunicación y el trabajo en equipo.
Ejemplos de habilidades de adaptabilidad:
Las habilidades de adaptabilidad pueden ayudarnos a afrontar los cambios y satisfacer las demandas de nuevos proyectos. A continuación se muestran algunos ejemplos de habilidades de adaptabilidad y cómo pueden ser útiles o aplicarse en el trabajo:
Habilidades de liderazgo
Cuando trabajamos en equipo, los líderes adaptativos adaptan su enfoque en función de la personalidad o el estilo de las personas. Esta es una habilidad valiosa que garantiza que todos se sientan valorados y reconocidos como individuos.
Responder a la adversidad
Cuando surgen desafíos, a menudo tenemos que desechar viejos planes e idear algo nuevo. Los equipos con personal adaptable pueden hacer esto sin sentirse frustrados o bloqueados por el turno. Son flexibles y abiertos a nuevas ideas.
Habilidades de comunicación
Un buen comunicador utilizará diferentes tácticas al comunicarse con varias partes interesadas, según la situación. En lugar de seguir adelante con un método, pueden cambiar su enfoque. Esto puede disipar la tensión, ayudar a otros a aprender e impulsar el cambio cuando sea necesario.
Enfoques cambiantes
Todos tenemos nuestra forma preferida de trabajar y nuestro propio estilo clínico o docente, es fácil caer en la rutina. Cuando somos adaptables, podemos incorporar nuevas tecnologías y dominar nuevas habilidades. Esto puede ayudar a optimizar los flujos de trabajo incorporando nuevas metodologías docentes y así aumentando la eficiencia.
Incorporando el feedback
Las personas rígidas suelen tomar las críticas como algo personal. Las personas flexibles están abiertas a nuevas formas de hacer las cosas. Esto se llama “mentalidad de crecimiento” y supone desafiar continuamente sus procesos y suposiciones existentes
Por qué la adaptabilidad es esencial para el liderazgo
Sabemos que los líderes deben estar dispuestos y ser capaces de cambiar para poder liderar un equipo exitoso. Pero, no basta con que los líderes digan que harán las cosas de manera diferente o harán cambios. También tienen que actuar. Los líderes deben utilizar su flexibilidad y voluntad como herramientas.
Tres formas de desarrollar líderes adaptables
Desarrollar un liderazgo adaptable en el lugar de trabajo ayuda a garantizar que ellos y sus equipos puedan ser flexibles ante el cambio. Tres formas en que puede ayudar a los líderes a ser más adaptables:
1. Tener una visión clara
Los líderes deben saber cuáles son sus objetivos y tener una idea de hacia dónde quieren llegar. Pero necesitan equilibrar esto estando abiertos a nuevas posibilidades. Un líder siempre debe saber por qué está tomando una decisión. Debe haber múltiples caminos hacia el éxito y cada decisión se alinea con el objetivo final, no con una forma particular de llegar a la meta.
2. Fomentar la innovación
La innovación es parte del proceso de creación de nuevas soluciones a viejos problemas. Los líderes deben crear entornos que acojan el pensamiento innovador en todos los niveles de la organización. La creatividad sólo prospera en un entorno que la fomenta y valora.
3. Construir seguridad
La adaptabilidad a menudo significa asumir riesgos. Sin embargo, quienes desempeñan un papel de liderazgo pueden sentirse presionados a lograr ciertos resultados. Eso puede hacer que el líder se sienta inseguro al cometer errores. Es preciso fomentar acciones audaces en lugar de resultados perfectos.
Elementos para establecer la adaptabilidad en equipos
Desarrollar la adaptabilidad puede convertirse en parte de la cultura de nuestra facultad, equipo docente o clínico. Algunas formas de fomentar las habilidades de adaptabilidad y la mentalidad de futuro en el equipo o servicio asistencial:
1. Mantener la mente abierta
Es difícil no cerrarse cuando estás en tu “zona de confort”. Pero tener una mente abierta puede ayudarnos a aprender de los demás, ver nuevas perspectivas y tomar mejores decisiones.
2. Aceptar el proceso
Comprender que siempre hay margen de mejora. La gente nunca termina de aprender, así que no hay que desanimarse. El progreso “incremental” puede acumularse y generar resultados que cambian las reglas del juego.
3. Dejar margen para el error
No hay que temer cometer errores. Planificar para que las cosas no salgan a la perfección. Estos errores brindan valiosas oportunidades de aprendizaje y una oportunidad para desarrollar la agilidad.
4. Fomentar una cultura de confianza y transparencia
Compartir lo que está pasando con el equipo y los compañeros (y los pacientes). Pero además de eso, ofrecer comentarios y orientaciones a aquellos que tengan dificultades con tareas o proyectos. Dar feedback debe ser algo habitual.
5. Desafiar al equipo
Crear oportunidades para que los alumnos o los compañeros aprendan nuevas habilidades, incluso si no están relacionadas directamente con el núcleo de nuestra labor. Los aspectos lúdicos, las estancias en otros departamentos suelen ayudar a aprender nuevas habilidades.
Conclusión
La capacidad de adaptarse al cambio es una habilidad clave que todo clínico y educador médico debería hoy día adquirir. Tanto dentro como fuera del trabajo, nuestra capacidad de adaptación puede ayudarnos a superar la enorme los nuevos retos (ayer la pandemia, hoy la IA) y la incertidumbre actuales con más facilidad. Aunque quizás no sepamos lo que sucederá en el futuro, podemos sin embargo, esforzarnos en confiar en nuestra capacidad para manejarlo.