Comentarios Bibliográficos: «Pensar es bueno»
To Think Is Good: Querying an Initial Hypothesis Reduces Diagnostic Error in Medical Students.
Coderre S, Wright B, McLaughlin K. Academic Medicine. 2010; 85:1125–1129.
Resumen.
Entre los errores clínicos más comunes se encuentra el cerrar de forma prematura el diagnóstico diferencial, adoptando la primera hipótesis que los datos del paciente parecen sugerir. Esta selección a menudo se realiza por medio de un razonamiento intuitivo que se basa en la similitud de la presentación clínica del paciente con otros casos que se han visto con anterioridad sin recurrir al análisis y elaboración de los datos.
Este trabajo evalúa si llevar a cabo una intervención dirigida a pedir a los estudiantes de medicina que formulen una hipótesis diagnóstica provisional una vez se ha proporcionado unos datos iniciales del paciente entre ellos los síntomas o quejas principales del paciente, condiciona la posibilidad de llegar a un diagnóstico correcto.
Los autores del estudio una vez que los estudiantes han formulado su hipótesis diagnóstica, los dividen en dos grupos y a uno de ellos les dan información concordante con la información inicial y que por lo tanto que apoya el diagnóstico más probable, mientras que a otro grupo le ofrecían información discordante con la información inicial y que implicaba la necesidad de reconvidar el diagnóstico.
La mayoría de los estudiantes (84%) que formulan un diagnóstico que es respaldado por los datos ofrecidos en segundo lugar lo mantienen siendo el porcentaje de estudiantes que alcanzan al diagnóstico el 85,9%. Cuando la información no es concordante con el diagnóstico inicial la un amplio porcentaje corrige su diagnóstico alcanzando un nivel de acierto similar al grupo de recibe la información concordante.
Las conclusiones del trabajo señalan que el ayudar a formular un diagnóstico inicial no parece que impida reafirmar un diagnóstico correcto ni obstaculiza corregirlo cuando aparecen datos que lo refutan.
Comentario:
Este artículo aborda un tema muy importante como es la influencia de formular un diagnóstico inicial en la efectividad del razonamiento, en el procesamiento de los datos subsiguientes y en suma en la capacidad de evitar cometer un error clínico por aferrarse a la primera hipótesis y no abrir el diagnóstico diferencial.
Aunque los resultados podrían considerarse un apoyo a la idea de que no es negativo formular una hipótesis basándose en los datos iniciales no se puede, como los autores reconocen, afirmar que preguntar por una hipótesis de forma precoz en el proceso diagnostico ayude a mejorar la efectividad clínica.
Los resultados de este estudio van en sentido divergente con el de otros y con las limitaciones señaladas apoya la idea de que la metacognición (pensar sobre el propio proceso de pensamiento) es un elemento importante de la enseñanza clínica.
Sin negar la aportación de este tipo de estudios “experimentales” en educación, siempre, la manipulación de las condiciones reales que suponen hacen dudar de su validez. En este caso el hecho de que se le aporten a los sujetos participantes los datos, concordantes o no con la hipótesis de sospecha inicial, es una circunstancia muy diferente a la que se produce en la realidad en la que el médico debe decidir que datos buscar y cuales ignorar. La cantidad y tipo de los datos aportados podría variar los resultados del estudio. También el hecho de que los datos se aporten de forma escrita sin que estén presentes toda esa información que deriva del contexto, el aspecto y comportamiento del paciente, el conocimiento y experiencia previa con éste, etc. Este tipo de información juega un papel muy importante en la clínica y puede jugar un papel decisivo en la estrategia que adopta el médico para alcanzar un diagnóstico.