II Jornada Internacional en Medicina Narrativa en Educación Médica
Augusto Blanco Alfonso y Teresa Blanco Ramos. Médicos de Familia y profesores Facultad de Medicina UAM.
Resumen: El pasado mes de Febrero se celebró la «II Jornada de Medicina Narrativa en Educación Médica” organizada por las Facultades de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y de la Universidad Francisco de Vitoria (UFV). Dos de sus organizadores reflexionan sobre lo que esta jornada dio de sí y nos ofrecen resúmenes detallados de las diferentes intervenciones y del desarrollo de algunos de los talleres y presentación por parte de los asistentes de sus narativas clínicas.
II Conference on Narrative Medicine in Medical Education
Summary: Last February, the «II Conference on Narrative Medicine in Medical Education» was held, organized by the Faculties of Medicine of the Autonomous University of Madrid (UAM) and the Francisco de Vitoria University (UFV). Two of its organizers reflect on what this day gave us and offer us detailed summaries of the different interventions and the development of some of the workshops and presentation by the attendees of their clinical narratives
Las Facultades de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y de la Universidad Francisco de Vitoria (UFV) volvieron a unirse en la «II Jornada de Medicina Narrativa en Educación Médica”. Una jornada para entrenarnos en lo que Rita Charon1 denomina “competencia narrativa” y tiempo también para debatir cómo introducir la narrativa en la formación de nuestros futuros médicos.
Narrativa y docencia
Desde que el hombre habitaba las cavernas, el relato ha sido un elemento esencial para la transmisión de conocimientos de las sociedades humanas, nos ha acompañado, pues, en nuestro aprender.
Hoy en día, los profesores informamos en nuestras clases de la última novedad en la materia a tratar, pero, en demasiadas ocasiones, nos olvidamos de por qué enseñamos y, lo más importante, de para qué estudian nuestros alumnos; en definitiva, del alma de nuestra vocación.
La exposición trasluce nuestro interés en la materia contada, pero no siempre la vivencia que la acompaña, los sentimientos que nuestras palabras esconden o protegen, privando al estudiante de la reflexión sobre esta parte de la formación.
Sospechamos que dedicamos más esfuerzos a informar que a formar, lo que debería ser nuestro objetivo innegociable.
Manejamos, en Medicina, la objetividad científica en la consulta con naturalidad, pero nos paralizamos ante las emociones, los afectos, los prejuicios… ¿Cómo encararlos?
La introspección, en este mundo huérfano de protocolos y algoritmos, nos ayudará en el objetivo final del cuidado de nuestro paciente.
Como dice Moratalla2, filósofo y experto en bioética, somos seres biológicos, pero también biográficos. No somos un cuerpo que enferma, es una vida que enferma.
Reencontremos esas historias clínicas que no se sujetan al cliché de ficha médica, sino que contienen capítulos enteros de las vidas.
Las personas nos relacionamos desde nuestras historias, por lo que la relación entre dos personas es la interconexión de dos relatos. Cada uno llega al encuentro con su historia colgada de la espalda, cada personaje, con su mochila vital, al fin y al cabo, somos hijos de nuestras vivencias, tanto como de nuestra carga genética.
El valor de la escritura.
Cuando desde nuestro relato, nuestra realidad, escuchamos al otro, su verdad, que, en ocasiones, entrará en colisión con la nuestra, gestará un proceso de intercambio inevitable, que puede reafirmarnos, dejarnos indiferentes o crearnos cierto grado de incertidumbre, que, si bien desestabiliza ayuda al crecimiento, aunque como todo crecimiento pueda ser doloroso.
Cuando entramos en contacto con alguien, no solo nuestra piel, nuestra voluntad, entran en conexión, también, nuestras expectativas, nuestros deseos, nuestros sueños o nuestros prejuicios…
Todo es demasiado rápido.
En la mayoría de las ocasiones esas conexiones pasan desapercibidos y se pierden por el sumidero de lo irrelevante para nuestra consciencia, aunque el inconsciente toma nota.
Escribir sobre esas experiencias condenadas, por su rapidez, a engrosar el bagaje de nuestros recuerdos “olvidados”, nos permite fijarlos en el aquí y en el ahora, ya nada los cambiará y, sobre todo, reflexionar sobre lo acontecido y sus significados. Lo que sin duda enriquecerá la vivencia, haciendo aflorar matices que de la otra manera pasarían desapercibidos, o borrados.
La escritura sana, liberando recuerdos que alteran la mente. Es una gran herramienta terapéutica. Al trascribir nuestros pensamientos, emociones o sentimientos los aireamos, los ventilamos, entran por la vista y el oído, si además los leemos en voz alta, con lo que pierden parte de su fuerza negativa.
Este ejercicio reflexivo, plasmando negro sobre blanco, nos enseñará aspectos desconocidos del otro y de nosotros mismos. El poliedro del encuentro tendrá caras intuidas o despreciadas por inconsistentes, que, bajo la lupa de la recreación escrita toman otro significado, aportando una nueva visión de los hechos.
Los relatos pueden ser un instrumento educativo que permita reelaborar las experiencias, crecer en humanidad
El filósofo alemán Whilhelm Schapp3 dice: “somos seres enredados en historias” e Irene Vallejo4 embellece el pensamiento: “entretejidos de relatos, bordados con hilos de voces…”, potenciar la capacidad de reflexión a través de la escritura, nos hace captar matices y diferencias. Y dice “El cerebro asimila mejor toda información encapsulada en un relato” y, sobre todo, si ese relato lo cuentas, lo narras, pues el sonido de las palabras bien enhebradas, “encandila nuestras neuronas”.
Nos sirven también las narraciones para cultivar la CURIOSIDAD.
Utilizamos la curiosidad para descubrir las creencias, incertidumbres y experiencias del otro.
Dice Rita Charon5, madre la MN, “Voy a ser su doctora, dígame lo que crea que deba saber acerca de su situación, que me sirva para ayudarle”. Permitir al paciente ese vaciado ese espacio para contar, hablar de la salud en su vida invita a pensar. Para el médico esto implica escuchar con atención; explorar miedos, sentimientos y emociones; y desarrollar una comprensión más profunda, no solo de la experiencia de la enfermedad, sino también del paciente y de sí mismo
La MN favorece la comprensión más profunda del paciente, mejora la conexión, la empatía y fortalece la relación médico-paciente, mejora la capacidad de reflexión del médico (con respecto tanto al paciente como a sí mismo) y aumenta la autoconciencia y el desarrollo personal y profesional del médico, nos protege del desgaste, del burnout6.
El Encuentro Narrativo
El 12 de febrero fue el día marcado para el encuentro en la mencionada II Jornada Internacional de Medicina Narrativa y Educación Médica con los objetivos de:
- Trabajar la herramienta de la narrativa para entrar en la comprensión del significado de las historias que traen los pacientes.
- Explorar cómo se puede incorporar la Medicina Narrativa en la enseñanza, por qué y para qué incluirla en los planes docentes en entornos universitarios.
- Resaltar la potencia sanadora de la MN, tanto para los pacientes como para los profesionales, desde el momento que promueve la reflexión y la autoconciencia.
Contamos con los 60 inscritos que permitía la Jornada, de ellos 11 residentes en formación, y el resto profesionales sanitarios, médicos de distintas especialidades, familia, psiquiatría, hematología y oncología. Psicólogos, enfermeras y TCAE,
Diseñamos un programa ambicioso con cuatro talleres, 15 inscritos en cada uno.
- Aproximación narrativa al mundo de pacientes, familiares y cuidadores, aportes para el bienestar relacional,
Tutelado por Patricia Fernández, psicóloga y Dra. Pamela Jofré. Introdujeron a los participantes en la lectura pausada y profunda de fragmentos literarios y poesía y en la escritura reflexiva todo ello para potenciar el bienestar en ámbitos sanitarios.
- Medicina Narrativa Clínica: Lectura y escritura práctica,
Los doctores Augusto Blanco y Teresa Blanco condujeron a su grupo a un entrenamiento en narrativa, trabajando la escucha con la lectura de un relato sacado del día a día de la consulta.
- Medicina Narrativa y cine.
Dra. Concha Álvarez y Dr. Alberto López pusieron el énfasis en como el cine, facilita el aprendizaje, la enseñanza y la práctica de habilidades comunicacionales, éticas y emocionales que necesitamos los médicos.
Realizaron la observación, análisis oral y escrito, y discusión de escenas cinematográficas (no clínicas) sobre diversas temáticas relevantes en la praxis y en la docencia médicas.
- Medicina Narrativa: Como leer, escribir y editar un relato experiencial.
Roger Ruiz ayudó a los asistentes a construir sus propias historias clínicas o docentes, para que a la vez que las escriben, reflexionen sobre la experiencia que relatan y así estas adquieran sentido para el propio autor.
Los participantes abordaron la lectura de relatos clínicos de forma crítica, explorando el paso de “historia pensada” a “historia contada”, cuyo análisis ha sido publicado en esta plataforma.
Además del acto inaugural protocolario con declaraciones de decanos, Dra. Pilar López de la UAM y Dr. Fernando Caballero de la UFV e introducción por parte del Dr. Santiago Álvarez, contamos con una conferencia inaugural brillante del Dr. Francesc Borrell sobre: “Hermenéutica: una herramienta para observar, escuchar y comprender”; cerraba la Jornada una mesa orientada a la Universidad con la presencia del Dr. Juan Antonio Vargas (exdecano de la UAM) y Dra. Pamela Jofré, auténtica experta dada su experiencia en Medicina Narrativa aplicada a la enseñanza de los futuros sanitarios que imparte en la Universidad de Valparaíso, con la creación e institucionalización de un Laboratorio de Medicina Narrativa que nos explicó con pasión desde Chile vía telemática .
Como en la anterior edición, invitamos a los asistentes a participar con el envío de sus relatos, experiencias que compartimos y analizamos desde la práctica de la Medicina Narrativa, quizá la parte mas importante del día, por la enorme generosidad de los asistentes en regalarnos sus vivencias, emociones y sentimientos que hicimos nuestros esa tarde. Se recibieron 28 relatos.
Todos ellos se fueron con un libro, que se entregó como documentación en la entrada : “Relatos para estudiantes de Medicina”7, del Dr. Augusto Blanco, en cada cuentito, se plantean aspectos poco o nada tratados en clase, en seminarios o talleres, se complementan con unas preguntas para que, al finalizar su lectura, ayuden al uso de la enseñanza reflexiva como método y a crear debate. Preguntas que nos ayudarán; a entender un sentimiento, al vernos reflejados en lo leído; abandonar por un instante, las interacciones medicamentosas para centrarnos en las interacciones personales.
Al finalizar, un deseo quedó en el aire, que ese tiempo y espacio compartido tuviera continuidad y no solo en la aplicación de la Narrativa en nuestra tarea asistencial y docente como herramienta, sino que sembráramos el gusto por seguir contándonos, que resuene en nosotros la necesidad de juntarnos en futuras Jornadas Narrativas.
Bibliografía
- Charon R. Narrative medicine. A model for empathy, reflection, profession and trust. JAMA 2001;286: 1897- 1902
- García AR. Domingo Moratalla, T. y Fetito Grande, L. (2020): Bioética narrativa aplicada. Madrid: Guillermo Escolar. Daimon Revista Internacional de Filosofia [Internet]. 2023 Jan 1 [cited 2023 Jul 16];(88):192–6. Available from: https://revistas.um.es/daimon/article/view/489241/334781
- Schapp, W. (1992). Empetres dans des histoires: L’etre de l’homme et de la chose. París, Francia: Cerf.
- Vallejo, I.15 abril 2023. Puro cuento. El País Semanal. https://elpais.com/eps/2023-04-15/puro-cuento.html#
- wwwintramed. Rita Charon . Youtube. 9 de Septiembre de 2014. Recuperado a partir de: https://www.youtube.com/watch?v=ui2NfgpLdKM
- DiFrances Remein C, et al. Content&Outcomes of narrative medicine programmes. A sistematic review of literatura through 2019. BMJ Open 2020;10.
- Blanco,A. Relatos para estudiantes independientemente de la edad. Madrid:UAM Ediciones; 2023.