Febrero 2024. ¿Qué es y cómo alcanzar la prudencia en educación médica?
En este número de Doctutor abordamos uno de los aspectos esenciales de la educación médica: cómo enseñar a nuestros estudiantes a discriminar en el gran bagaje de información del que disponen, entre la que es aprovechable y la que no y, desde allí cómo generar conocimiento útil para la práctica e integrarlo “sabiamente” en la atención que ofrezcan a sus pacientes. Evidentemente, en la línea editorial de Doctutor, los dos artículos en los que tratamos estos temas solo ofrecen una visión genérica, primordial e intencionalmente provocativa, que pretende tan sólo animar y motivar al lector a seguir indagando sobre estos importantes tópicos. En el artículo de Antonio Papagiannis, neumólogo en Salónica, docente de posgrado en medicina paliativa en la Universidad de Tesalia, y editor de Iatrika Themata, la revista de la Asociación Médica de Tesalónica, titulado “La tríada de Eliot: información, conocimiento y sabiduría en medicina”, el autor revisa el significado de estos tres conceptos y, en el ámbito de la práctica médica, llama la atención sobre peligros muy actuales hoy día como el de la sobreabundancia de información, la confusión entre información y conocimiento, pero también las dificultades para adquirir sabiduría médica si el médico se centra sólo en el conocimiento médico-científico y no en el conocimiento integral de lo humano. De esta forma el autor concluye que uno de los objetivos de la educación médica actual debería ser enseñar a los médicos cómo seleccionar la información que complementarán o revisarán el conocimiento existente.
Precisamente en el artículo titulado “Papel de la narrativa en la educación ética y en sabiduría práctica de los médicos”, ofrecemos un modo de enseñar esto a estudiantes y residentes, y así,ponemos el foco en la sabiduría práctica, la prudencia o phronesis, como concepto clave en el campo de la ética de la virtud que ha jugado un papel esencial en el pensamiento de quienes hacen uso de la virtud al teorizar sobre la práctica y la ética médica. Este artículo, defiende la narración de historias como elemento integral para la educación en ética y en la sabiduría práctica de los médicos jóvenes. De manera más o menos explícita, los médicos adquieren sabiduría práctica a través de la narración de historias como parte esencial de su educación. La narración de historias sobre ejemplos morales y modelos a seguir sería una de las formas más útiles de aprender ética médica y sabiduría práctica o prudencia.
El siguiente artículo, “Una Pregunta Sorprendente”, de nuestro compañero Francesc Borrell, llama la atención sobre un hecho muy polémico de la actualidad de la educación médica en nuestro país, que ha levantado entre una parte de la profesión críticas e indignación, como es una de las preguntas incluidas en el examen MIR de este año. Esta pregunta estigmatiza a un médico de familia que acude a su consulta y donde, independientemente de otros aspectos, cabe deducir que sufre, pero con el que una gran mayoría de profesionales se pueden sentir identificados, pues este médico acaba a deshora, llega tarde a la sesión clínica porque cuando todos han acabado él aún tiene pacientes…las opciones de respuesta son todas alteraciones mentales del médico…¿somos todos obsesivos-compulsivos, o son las condiciones laborales en primaria las que nos llevan a perder la salud mental? En todo caso, se trata de una pregunta que claramente disuade a los opositores de elegir la medicina de familia como opción de trabajo. El autor da un giro a la situación presentando una pregunta alternativa esta vez sobre un gerente como protagonista. La polémica está servida.
Finalmente, en “Un Romance Cubano: Romanza del Estreñido”, la Dra Coro-Montanet nos recuerda la difícil situación que los ciudadanos cubanos llevan soportando desde hace décadas. Gley, siguiendo su doble vocación de médica y poetisa nos ofrece una breve descripción de su añorada tierra, del hambre y de las penurias que también en materia de salud soportan sus habitantes, sus parientes, amigos, y todos los que allí viven en lo que parece ya una pesadilla sin final,…pero lo hace también regalándonos su mensaje envuelto en un guiño de feroz, sutil y provocativa sátira.