Gracias por todo Albert. Obituario
Roger Ruiz Moral. Doctutor
El pasado 26 de Noviembre fallecía Albert Jovell Fernandez.
Creo que podemos decir que desde hace años Albert ha sido una figura muy especial dentro de la profesión médica española. La verdad es que no se como le hubiera gustado definirse a él mismo pero yo creo que lo que Albert representa (ha representado durante todos estos años al menos para mi) es una forma única y autentica de ejercer una profesión de ayuda como es la medicina desde el compromiso personal y social, para lo cual su condición de enfermo, de paciente, utilizada por él de forma intencionada ha supuesto un importante factor que ha contribuido a que en España medicos y pacientes nos acercásemos y a avanzásemos en la asignatura pendiente que es la colaboración entre ambos para mejorar la asistencia sanitaria a través sobre todo de la relación medico-paciente, pero no solo a través de esta. Los que como yo llevamos años dedicados a promover esta faceta reconocemos en el papel de Albert uno de los elementos más influyentes que han surgido en nuestro pais en estos ultimos años. A estas alturas casi todo el mundo sabe que Albert dedicó su tarea profesional a la promoción de los derechos de los pacientes a nivel nacional e internacional y llevó la voz de estos a las más altas instancias; que decidió compartir su propia experiencia como médico y como paciente, que defendió el valor de la humanización de la medicina. Su artículo “medicina basada en la afectividad” publicado en Medicina Clínica (1999;113:173-5) es hoy dia todo un clásico, en él Albert afirmaba que el medico además de «ser un buen médico debía ser un médico bueno». En los ultimos años sus mayores esfuerzos estuvieron encaminados a dar a conocer las necesidades y prioridades de los pacientes promocionando y promoviendo desde la Universidad de los Pacientes, su participación en la toma de decisiones y un mayor involucramiento de estos en sus propios autocuidados. A través de sus publicaciones, libros y conferencias Albert puso énfasis en la importancia de escuchar al paciente y mantener la illusion y la esperanza. El lector interesado en rastrear el legado de Albert puede acceder a su web http://www.uic.es/es/personal-page?id_user=ajjovell
Pero dicho todo esto, quisiera destacar al Albert que yo conocí, y al que agradezco la amistad con la que me honró. Lo primero que me llamó la atención de Albert cuando lo conocí fue su mirada y su vitalidad. Este adjetivo puede parecer tópico tratándose de él, pero creo que expresa bien lo que entonces me cautivó de su persona y que después he podido identificar como el rasgo, al menos para mi, esencial de su manera de estar en el mundo con los otros. Con “vitalidad” me refiero a muchas cosas: su impulsividad, su viveza, su atención, su manera de escuchar, de responder rápida e ingeniosamente, su visión creativa, su compromiso con la innovación, su capacidad para retar, su alegría para compartir tanto ideas como proyectos, su entusiasmo conversacional, su crítica siempre dispuesta a ser compartida y contrastada, incluso su vehemencia en algunos momentos siempre con el rasgo de la amabilidad. Tras 10 años de amistad en la que he compartido con él muchos momentos y algunos proyectos, cada dia que ha pasado desde ese primer encuentro me ha servido para reafirmar mi admiración por un hombre incansable y generoso, pero sobre todo un hombre íntegro,…en la medida que siempre aceptó todas las dimensiones de su humanidad y decidió compartirlas e incluirlas en un proyecto vital y creador. Así el sufrimiento y la limitación de una finitud siempre presente especialmente cuando se sabe tocado por la enfermedad y que sin embargo no solo no se oculta sino que se “utiliza” para avanzar y luchar en primera instancia por muchas de las cosas por la que se suponen deberíamos de luchar los médicos: tal vez por una practica clínica diferente, por capacitar realmente a los pacientes, por un sistema sanitario más justo, por un cambio de mentalidad en la profesión médica, por una búsqueda constante de alianzas para estos fines, en última instancia sin duda por una mayor justicia y equidad, o como a él seguramente le hubiera gustado decir, simplemente por promover y anteponer el “afecto” como elemento clave del trabajo de los profesionales sanitarios con sus pacientes por encima de cualquier otra cuestión o consideración. Sin embargo Albert cuya formación representa una de las más completas que pueda recibir un medico (hijo de médico general al que acompañaba en sus visitas y otras facetas de su trabajo primero, médico general el mismo después, sociólogo y gestor sanitario formado en Harvard e investigador sociosanitario y dinamizador social finalmente) nunca olvidó que esta humanidad había que incardinarla teniendo en cuenta otras consideraciones que son necesarias para mantener la calidad de la atención (esfuerzo, rigurosidad científica, compromiso social, …). Para mi esto y lo que ha sabido construir a lo largo de estos ultimos 12 años (especialmente desde que se le diagnostica el tumor raro a causa del cual que finalmente muere) convierte a Albert en una auténtica figura revolucionaria en nuestro contexto, en un ejemplo a imitar para estudiantes y residentes en un referente a compartir por todos: médicos y pacientes, ya que precisamente él ha encarnado ambos roles de una forma ejemplar para ambos.
Albert representa el espíritu de superación y de creatividad en su máxima expresión, y me refiero a aquella que florece desde las limitaciones más extremas a las que un ser humano se puede ver sometido y lo hace “produciendo” y ofreciendo a los demás no solo bienes materiales (me refiero a productos de actos creativos: documentos, lecciones, proyectos,…) sino , sobre todo, afectivos (me refiero a actitudes que encierran sentimientos concretos: amor, disponibilidad, amabilidad, sacrificio,…). ¿Os imaginais dar la cara un dia tras otro, defender puntos de vista en foros nacionales e internacionales, colaborar en proyectos de investigación, ejercer magisterio en las aulas de la universidad, gestionar equipos de investigación de sanitarios, publicar artículos científicos y de opinión, asesorar a políticos y gestores sanitarios y educativos, promover debates críticos y científicos, crear, organizar y dirigir una universidad novedosa y criticada en muchas ocasiones por el status dominante (La Universidad de los Pacientes), articular estrategias de visualización de los pacientes y asociaciones de estos, ejercer de padre de sus dos hijos, de marido de su mujer, de amigo de sus amigos, de colega de sus colegas,…durante las 24 horas del dia mientras visitas a varios médicos que te tratan por tu cáncer, entre sesión de quimioterapia y sesión de radioterapia,…
Gracias por todo Albert