Pinceladas metodológicas de la investigación cualitativa
Autor: César Hueso Montoro.
Profesor del Departamento de Enfermería de la Universidad de Granada. Profesor colaborador de la Fundación Index.
Resumen: Este artículo pretende orientar sobre los aspectos metodológicos en los que se basan los diseños de investigación cualitativa. Así, su autor aborda en él de manera breve pero clara sus fundamentos, los diferentes enfoques que se incluyen bajo esta perspectiva de investigación y lo que en este marco se entiende por muestreo y variable, así como el análisis de la información, tan diferentes todos ellos a los que conocemos en la investigación cuantitativa. Su lectura puede aportar al lector no iniciado una visión que, si bien básica y de inicio, desde luego precisa sobre lo que supone hacer este tipo de investigación y las preguntas que puede responder si se enfoca y se lleva a cabo con rigor.
Ya son casi siete años colaborando con la Fundación Index en la enseñanza de la metodología de investigación cualitativa. Son muchos los cursos de formación continuada que hemos impartido, en diferentes programas y proyectos, con los cuales hemos aprendido a perfilar y matizar los aspectos clave que cualquier investigador debe manejar cuando se acerca a esta metodología. Desde esta experiencia nos hemos atrevido a resumir algunos de los aspectos metodológicos fundamentales en investigación cualitativa.
La fundamentación de lo cualitativo
La complejidad de “lo cualitativo” comienza cuando tratamos de comprender su fundamento. De hecho, no todo lo que se tilda de cualitativo se fundamenta en investigación cualitativa. Me explico, no por utilizar una técnica de recogida de datos cualitativa se está haciendo una investigación cualitativa; lo que hay que tener claro es el objetivo del estudio, y ahí es donde verificaremos si la intencionalidad de la investigación es próxima a los planteamientos cualitativos. En síntesis, ¿cuándo se habla de investigación cualitativa?, cuando entre los objetivos del estudio está la descripción, comprensión o explicación de los fenómenos desde la propia perspectiva del individuo, asumiendo que no se parte de planteamientos hipotéticos elaborados por el investigador, ya que, por decirlo de alguna manera, hipotecamos nuestro estudio al discurso de los participantes.
Acerca de los enfoques o diseños de investigación cualitativa
Partiendo de la premisa anterior, debemos tener en cuenta que la incorporación de la investigación cualitativa al ámbito de las ciencias de la salud se ha hecho desde disciplinas o áreas de conocimiento ajenas. Así, la Antropología nos ha aportado el enfoque etnográfico, que nos permite acercarnos al conocimiento de los patrones culturales en salud que son inherentes a las personas que estudiamos; la filosofía, a través de representantes clásicos como Husserl y Heidegger, nos ha permitido conocer la esencia de las experiencias vividas en torno a la enfermedad, bajo lo que se denomina el enfoque fenomenológico; por último, nos encontramos con corrientes de tinte sociológico que nos hablan de la teoría fundamentada, un método novedoso de generar teorías sustanciales en base a los datos de una investigación que nos posibilita la explicación de procesos que son de interés en el contexto de la salud.
La eterna duda en torno al muestreo
La representatividad en la selección de participantes se sustenta en criterios como la diversidad y la saturación de la información. La diversidad implica la búsqueda de los diferentes discursos que se pueden generar en torno a un problema de estudio, lo que implica que los investigadores han de segmentar la población para tratar de garantizar este criterio. Y la pregunta del millón, ¿cuántos participantes necesitamos? Una respuesta simplista pero útil es la del tópico: cuantos más, mejor. En cambio, una respuesta científicamente válida (desde la perspectiva cualitativa) sería: el número de sujetos en un estudio cualitativo va a depender de la saturación de la información que se recoge. Así, si tenemos en cuenta que el procedimiento de recogida y análisis de datos se hace de forma simultánea, este modo de operar permite un contacto estrecho con los datos, tal que llega un momento en el que la recogida de nuevos datos no hace sino reiterar lo ya sabido, y es en ese punto donde alcanzamos la saturación, la cual nos hace concretar el número de participantes finales del estudio. Esto supone que el número de sujetos que se necesitan en un estudio cualitativo no se conoce hasta que no se cierra el estudio; aún así, siendo coherentes con las exigencias que a este respecto se plantean a la hora de preparar un proyecto, se suele recomendar a los investigadores que expongan lo del criterio de saturación, pero a la vez que aporten un número aproximado en base a la segmentación que se plantea de la población y del número de participantes que se han incluido en otros estudios de corte similar al que se quiere realizar.
Por cierto, en pro de la ortodoxia cualitativa, es muy habitual referirse a los sujetos de estudio como informantes.
Dimensiones, categorías o variables de estudio
Como en cualquier investigación, se plantea la necesidad de concretar qué aspectos de la población de estudio vamos a investigar. Normalmente en investigación cuantitativa se formulan variables. En investigación cualitativa, se habla de formulación de dimensiones o categorías de estudio. La particularidad de esta formulación es que se puede desarrollar desde dos planos: deductivo (interesa cuando los objetivos de la investigación está bien definidos, es decir, sabemos con cierta precisión qué queremos estudiar) o inductivo (lo que tenemos claro es el fenómeno que nos interesa, pero hipotecamos la descripción o explicación del mismo a un método inductivo de generación de categorías). En ocasiones se tiende hacia modelos mixtos, es decir, partimos de una serie de dimensiones o categorías para orientar la recogida de datos, pero en el proceso de análisis no descartamos la emergencia de nuevas categorías que no se contemplaron al inicio.
Cómo recoger y analizar los datos
Ya hemos dicho en puntos anteriores que el procedimiento de recogida y análisis de datos se hace de manera simultánea. Vamos a detenernos un poco en ello.
Normalmente identificamos tres técnicas de recogida de datos, que podríamos decir que son las clásicas: la observación, la entrevista, la técnica grupal. La entrevista podría considerarse como la técnica por excelencia, de modo que suele marcar el eje en la recogida de datos de la mayoría de los estudios cualitativos. La observación y las técnicas grupales, se utilizan en combinación con la anterior, como un método de triangulación para garantizar el rigor del estudio. Mención aparte merece la observación participante, propia del enfoque etnográfico, que propone la combinación de diferentes técnicas, siendo la principal característica la participación del investigador en la dinámica de la comunidad que se estudia.
Para hablar del análisis, parafraseo literalmente una de las afirmaciones que aparecen en los primeros párrafos del capítulo sobre análisis cualitativo que Cooffey et al.1 incluyen en su obra “Encontrar sentido a los datos cualitativos”: “Existen muchas maneras de analizar los datos cualitativos (…) Aunque no predicamos la actitud licenciosa de hacer lo que a uno le venga en gana, si queremos desaconsejar la adopción prematura de una u otra estrategia analítica con exclusión de las demás (…) Ciertamente queremos animar a nuestros lectores a que adopten de manera critica algunos enfoques particulares de análisis, y a que tomen decisiones basadas en principios, entre las alternativas existentes” Estos autores proponen un recorrido por las aportaciones metodológicas de varios autores llegando a la conclusión de que los procedimientos analíticos siempre responden a la siguiente secuencia: organización, categorización e interpretación de los datos.
Bajo el título, pinceladas metodológicas de la investigación cualitativa, he pretendido dar una respuesta útil a algunos de los interrogantes metodológicos que subyacen a la investigación cualitativa. Eso sí, tengamos claro que la complejidad de esta metodología no puede reducirse a unas pocas palabras, pero creo que pueden ayudar.
Para finalizar, dos cosas más:
– Os animo a que leáis un artículo escrito por Sebastian Viana2, en el que nos acerca de una manera sencilla, pero útil, a los postulados de la investigación cuantitativa y cualitativa. Este análisis comparativo seguro que os ayudará.
– Atreveros con un estudio cualitativo sencillo. Leed los dos artículos de Amezcua y cols3,4 que os presentamos en la bibliografía. Con ello, y con un poco de esfuerzo, podéis adentraros desde la práctica en el apasionante mundo de la investigación cualitativa. Ánimo.
Bibliografía
- Cooffey A, Atkinson P. Encontrar sentido a los datos cualitativos. Medellín: Universidad de Antioquia; 2003
- Sebastián Viana T. Cuantitativa y cualitativa. Dos maneras de conocer la realidad. Enfermería Comunitaria (rev. digital) 2006, 2. [Consultado el 23/3/2011] Disponible en: http://www.index-f.com/comunitaria/v2n2/ec6436.php
- Amezcua M, Hueso Montoro C. Cómo elaborar un relato biográfico. Arch Memoria [en linea] 2004; (1). Disponible en: http://www.index-f.com/memoria/metodologia.php
- Amezcua M, Hueso Montoro C. Cómo analizar un relato biográfico. Arch Memoria [en línea]. 2009; (6 fasc. 3). Disponible en: http://www.index-f.com/memoria/6/mc30863.php