Mis experiencias médicas con la ORL*
Emanuele Rossi
(*) Relato presentado en la II Jornada Internacional de Medicina Narrativa en Educación Médica. Facultad de Medicina UAM Madrid 12 Febrero 2024
Narrativa medica? ¿Y que es esto? ¿Será que ahora también los médicos escriben libros para todos? En verdad mi tío Alfonso, médico, ya lo hacia desde los años setenta y siguió hasta el día de su muerte, hace quince años. Así que no veo mucha novedad, sin embargo, como no soy del sector puedo solo aprender y es por esto que me he apuntado a este curso. Siempre hay que aprender y relacionarse.
Bien, con el apuntarme he pactado que escribiera algo sobre este tema, ¿entonces? Podría empezar con el contar quien soy y que hago en mi vida por ejemplo.
Mi nombre es Emanuele, que en italiano es nombre masculino y sin dobles consonantes, como lo veis lo pronunciáis. Así que por favor olvidar aquella categoria de películas de los años setenta u ochenta, donde se trataba de la caliente actividad de la versión femenina de mi nombre, en francés Emmanuelle. Tampoco os esforcéis en construcciones gramaticales o traducciones a vuestro idioma con uniones iniciales impronunciables de n con m y cortes al final de la palabra, o añadiendo dobles cuando no hay que poner como en este caso. Emanuele es mi nombre. Muy sencillo y fin.
Soy tecnólogo de alimentos, profesional colegiado en Italia desde Enero 2004. Trabajo entonces, en una área contigua y en parte compartida con la vuestra, el sector alimentario, proporcionando mi contribución a la seguridad alimentaria con mi consultoría. Esta condición, la seguridad alimentaria, es un tema al que todos prestamos atención porque al final todos somos consumidores. Bien y dicho eso ¿que os puedo decir?
De médico en sentido estricto y técnico nada porque no lo soy, aunque todos los días me tomo una pequeña dosis de vuestros EPOC, Sintrom, RCP, tensión doce con ocho (que en italiano seria ciento veinte con ochenta) etc.. Sabéis, soy pareja de una doctora y que quiera o no, estos temas salen con frecuencia en cuanto ella habla o se encuentra con sus colegas. No hay escape de esto. De todas formas siempre he frecuentado el área médica, no solo como paciente, también como sobrino de médico. ¿Os acordáis que arriba lo escribí? Tuve un tío medico con muchas especializaciones. Entonces la narración podría ser sobre algunos episodios vividos en persona, porque tengo muchos para contaros.
Por ejemplo, lo que viví con una intoxicación por reacción a fármacos para curarme una gripe y en aquella ocasión mi tío me salvó la vida a través de un tratamiento relacionado con la hemoglobina o así me han contado. Como era muy pequeño, tres años y medio, mis recuerdos van solo a la cotidiana operación de sacarme la sangre por el brazo y su llorar siempre menos cada dia porque todo estaba mejorando después el grande susto inicial.
O podría contar de la experiencia inmediatamente siguiente en mi niñez: la cirugía de amígdalas y adenoides. Esa fue una moda en los primeros años setenta, en mi vision de paciente. Casi todos mis amigos tuvieron esta experiencia, muchos de ellos después de mi pidiéndome contarles lo que pasó. Yo les contaba que no me parecía muy logico que tuviese que dormirme en algunos segundos con una mascarilla puesta de modelo buceador, para después encontrarme con tampones en la nariz que para sacarlos tuvieron que sujetarme entre tres personas más el otorrino ocupado en mi nariz. Lo único bueno fue el poder comer helado en cantidad sin que mis padres se quejaran. ¿No era mas sencillo salir de casa e ir a comprarlo y comerlo? Mah…
Y siempre en tema de ORL (la sigla oficial para vosotros médicos aquí en España para la medicina otorrinolaringología, ¿o me equivoco?) Digo, siempre en aquellos años se manifestó el creciente interés médico de poner mano, y bisturi, a mi dantesca nariz. (Dantesco en italiano es algo relacionado a Dante Alighieri, en este caso su nariz) Bueno, tuve que batallar por eso, porque el tío Alfonso y sus colegas cuando me veían ya hacían catarla, convierte casi todos a su consumo y a reconsiderar el fantástico complejo sensorial que la caracteriza? Bien, ¿parece que haya trabajo para todas las disciplinas medicas en este relato eh? Entonces, mientras os consultáis y elaboráis vuestras anamnesis y diagnosis os esperaré en una heladería italiana cerca de casa, no hay que perder las buenas costumbres, tampoco en el extranjero proyectos de quirófano, soltando siglas médicas como en una venta a granel. Así que me resistí yendo por heladerías (y no solo) sin necesitar la parafernalia susodicha hasta los cuarenta y siete años, cuando me animé a otro encuentro cercano con esta disciplina médica. Era una necesidad. Tengo que decir que fue una óptima experiencia, y el principal miedo relacionado con la extracción de los tampones nasales, mal recuerdo de niñez, fue solo un ligero fastidio de algunos segundos. Creo que mi tío Alfonso si hubiese estado todavía vivo, se hubiera reído de mi como le pasaba dándose cuenta de mis miedos y dejando caer una bofetada merecida por animarme. ¿Cuantas veces me animó a esa intervención? ¿Que puedo hacer? Parece que sobre el tema cirugía sea como Don Abbondio de los Promessi Sposi: “Si uno no tiene ánimo, no puede dárselo.” También porque bajo el bisturi va uno mismo y no otros…
Por el resto de vuestras disciplinas todo bien, tocando madera, y hierro como se hace en Italia. Si, hay aquel tema llamado HDL, LDL y triglicéridos. Una pastillita de complemento alimenticio con Berberis Aristata mas Arroz Rojo y Q10 suelo tomarla. Hay que tener bajo control este aspecto, es importante. Sin embargo ¿como puede hacer un paciente de mediana edad, apenas apenas por arriba de su normopeso a olvidarse de su origen alimenticio constituido por pasta rellena como tortellini condimentados con ragú alla bolognese, o lasaña alla bolognese, pasando por embutidos de vario tipo como el Culatello y fiambres como la “mortadella di Bologna” DOP cuyo perfume ya se huele al llegar al aeropuerto de Bologna y que después de catarla, convierte casi todos a su consumo y a reconsiderar el fantástico complejo sensorial que la caracteriza?
Bien, ¿parece que haya trabajo para todas las disciplinas medicas en este relato eh? Entonces, mientras os consultáis y elaboráis vuestras anamnesis y diagnosis os esperaré en una heladería italiana cerca de casa, no hay que perder las buenas costumbres, tampoco en el extranjero.