Septiembre 2020: COVID19 y “daño moral” en sanitarios.

Tras un verano en el que la pandemia ha vuelto a ganar terreno y a colocarse como amenaza para la salud de los ciudadanos, afectando ya de forma muy profunda al sistema productivo, los sanitarios y los educadores afrontamos las semanas y meses venideros con profunda preocupación y también, con una sensación de hastío y frustración ante la evolución de esta pandemia que está empezando a calar negativa y peligrosamente en nuestro colectivo. La razón de ello se debe principalmente al impacto que la Covid19 ha tenido en los sanitarios de primera línea, un impacto que en gran número de ellos se ha traducido en un importante “daño moral”, muy difícil de restañar. Por eso en este número y cuando las cifras de extensión del virus vuelven a dar máximos diarios, dedicamos una especial atención a este tipo de heridas producidas en médicos y sanitarios. En el artículo Reenmarcado el estrés del médico: daño moral y no burnout, aclaramos lo que significa el concepto de “daño moral”, diferenciándolodel de “burnout”. Así, mientras que este último sugiere que el problema reside en el individuo, que de alguna manera presentaría una deficiencia revelando además una carencia de recursos o de la resiliencia necesaria por su parte para soportar su entorno laboral, el “daño moral” hace referencia a las repercusiones en el médico que suponen el reto que conlleva saber cual es la mejor atención que necesitan sus pacientes, pero a la vez saber también que no puede ofrecérsela debido a limitaciones que están fuera de su control, poniendo así el foco y la responsabilidad principalmente en el sistema sanitario y sus gestores. La epidemia de COVID-19 que estamos viviendo con especial crudeza en España pone claramente de manifiesto este “daño moral” que están sufriendo los médicos y sanitarios. En el artículo: La COVID 19 y el “daño moral” en médicos y sanitarios: diagnóstico y oportunidad, planteamos como este daño se produce no por una incapacidad o debilidad de los médicos sino por insuficiencias manifiestas del sistema sanitario y de sus gestores, que sistemáticamente han excluido al médico y no lo considera en sus aspectos más básicos y esenciales: aquellos ligados a su capacidad sanadora. Mediante extractos de una conversación whatsapp en un grupo de sanitarios y algunos testimonios individuales se ejemplifica cómo la experiencia de atención durante la pandemia ha afectado a las convicciones éticas de muchos médicos y saniarios infringiéndoles ese “daño moral”. De la misma manera, en un enfoque positivo, esta situación se nos revela también como una oportunidad única para que los médicos tomen conciencia de este problema y presenten a la administración sanitaria una batalla que moralmente nunca ha estado tan justificada y tan bien comprendida por todos: sanitarios y población general. En esta misma línea, dos residentes y un médico de familia, Camino Castiglione Salvador, Aitziber Aierbe Kambra y Guillermo Giménez Murcia en ¿Qué ha dejado el Covid en nosotros?” muestran una iniciativa liderada por ellos para permitir a los profesionales sanitarios de su centro de salud expresar sus experiencias y sentimientos más íntimos producidos durante los momentos más duros de la pandemia. Estos testimonios, se convirtieron en un extraordinario método para fomentar la cohesión en el equipo de salud y muestran de una manera única el efecto terapéutico de la narrativa clínica, generando también un precioso documento: “Relatos en tiempos de Covid/Covid Garaian Hitz Jaioa” que ahora el lector de Doctutor tiene aquí a su disposición. Finalmente, nuestro número de Septiembre se cierra con la aportación de Pascual A. Gargiulo y José V. Lafuente, de la Facultad de Medicina y Enfermería de la Universidad del Pais Vasco, que en su artículo Tiempos de Covid: El confinamiento y la importancia de asignar significados saludables, reflexionan sobre la necesidad de dotar de significado a los acontecimientos de nuestra existencia, pudiéndose así convertir estos en recursos de salud. De esta forma, la pandemia que estamos viviendo, dependiendo del significado que cada cual le asigne, se puede vivir como una pandemia, un confinamiento, o la primera experiencia planetaria compartida sincrónicamente. 



     

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