¡Una vez más!
Autora: Mª Aurora Rodríguez Borrego.
Directora Departamento de Enfermería. Universidad de Córdoba.
Cuando me solicitaron una aportación para publicarla en el Boletin DocTutor de
Educación Médica, con la sugerencia sobre lo que podría tratar el tema titulada “Hacia dónde va la Enfermería”, he de decir que me sorprendió, pues Evelyn Adam de la Universidad de Montreal (Canadá) allá por 1979, publicó un libro con título semejante.
Es de entender que a mí me lo han solicitado para hablar de nuestro entorno más inmediato, dados los momentos actuales que está viviendo la Enfermería española, con retos importantes como: el Grado, Post-Grado y Doctorado, digamos que desde una perspectiva académica; y un reto social no menos importante, que es que en los próximos meses iniciarán su andadura laboral los primeros egresados de la Titulación Graduado en Enfermería. Situación está que plantea el mayor reto, que es: ¿Marcaran la diferencia?
Con todo he decir que una vez más volví a pensar en escribir sobre la perdida de la inocencia, profesionalmente hablando; y digo volví porque ya en 2001 publique un relato con el título Inocencia Profesional; y he sentido que debía volver a hacer hincapié en ello, pues escuchando a día de hoy a los profesionales enfermeros y a los alumnos de enfermería, observo que los discursos suelen ser semejantes, a los de entonces, en ambos grupos.
Evelyn Adam marco pautas hablando de Marcos Teóricos enfermeros de referencia y del Proceso Enfermero. Conceptualmente esos términos están integrados, pero el desasosiego profesional continúa siendo el mismo y el desosiego de los alumnos cuando se les van cayendo las estructuras conceptuales quizás más, dado que ahora se están formando como Graduados, socialmente un grado académico superior.
Como testigo directo del despegue postgrado enfermero y como testigo de la capacidad emprendedora de las Enfermeras es de suponer que en los próximos años habrá muchas enfermeras Graduadas, Post-graduadas y Doctoradas. ¡¡Buenas noticias!! , aunque surja de nuevo la pregunta ¿Marcaran la diferencia?
Es precisamente el ser protagonista directo en ese proceso académico lo que me da cierta legitimidad para decir que la Enfermería debería ir hacia la adquisición de las, denominadas en el Espacio Europeo de Educación Superior, Competencias Genéricas, que probablemente contribuirían a dar un salto cualitativo en la desaparición del desasosiego y de la pérdida de la inocencia.
Esas competencias genéricas se agrupan en tres bloques: Instrumentales; Interpersonales y Sistémicas. O más concretamente: capacidad de análisis y síntesis; conocimiento de una segunda lengua; habilidades de gestión de la información (habilidad para buscar y analizar información proveniente de fuentes diversas); resolución de problemas; toma de decisiones; capacidad crítica y autocrítica; trabajo en equipo; habilidades interpersonales; capacidad para trabajar en un equipo interdisciplinar; capacidad para comunicarse con expertos de otras áreas; habilidad para trabajar en un contexto internacional; habilidades de investigación; capacidad para adaptarse a nuevas situaciones; capacidad para generar nuevas ideas (creatividad); liderazgo; habilidad para trabajar de forma autónoma; diseño y gestión de proyectos; preocupación por la calidad y motivación de logro.
El cuidado enfermero se desarrolla en rangos amplísimos, lo que va de atender a la emoción más íntima a cuidar a alguien durante el desarrollo de la técnica más avanzada. En ese amplio margen la sociedad, los patrones culturales y las representaciones sociales determinan muchas situaciones, y en el caso enfermero la propia profesión.
Es por lo que concluyo diciendo que en vez de preguntarse “Hacia dónde va la enfermería” quizá haya que preguntarse “Hacia dónde la sociedad, de la que la enfermera forma parte, está llevando a la Enfermería”.