El reto del mes de Mayo: ¿Por qué enseño medicina?
A pesar de que la sobrecarga laboral del médico es cada dia más insoportable: consultas llenas, listas de espera interminables, tiempos de dedicación acortados, burocracia agobiante e inútil; a pesar de que los incentivos profesionales son cada dia más limitados y los sueldos se han recortado; a pesar de las dificultades cada vez mayores para conciliar de forma adecuada la vida profesional y personal/familiar; a pesar de que la mayoría de los clínicos no reciben ningún tipo de compensación económica por enseñar; a pesar de que la mayoría de ellos ni están presentes ni son representados en las universidades y en muchos casos y especialidades han sido excluidos de manera premeditada por los “cátedros” y adláteres de la posibilidad de desarrollar una carrera profesional docente; a pesar de todo esto y mucho más…son mayoría los clínicos que siguen enseñando a estudiantes y residentes el arte de la clínica, la medicina con mayúsculas. A estos profesionales que mantienen viva la llama de la medicina mediante la transmisión de su experiencia a los más jóvenes, honrando un juramento milenario, doctutor les lanza el Reto de que nos respondan a la pregunta:
¿Por qué enseño Medicina?
«Enseño medicina» porque creo que es parte de mi labor como médico compartir con los demás lo que sé , cómo se puede ayudar los pacientes.
Porque los pacientes necesitan que las nuevas generaciones de médicos les ayuden a mantener y mejorar su salud .
Porque a mi también me enseñaron a aprender a aprender
Porque cada vez aprendo más de mis residentes .
Porque me apasiona el reto de que mis residentes-alumnos descubran el tesoro de «Aprender a aprender»
Boni
Enseño porque lo necesito, por compromiso ético, por compartir, por crecer con «el otro», porque otros me ayudaron y ayudan en mi aprendizaje, porque disfruto en la reflexión compartida, porque forma parte de mi profesión, por seguir sintiéndome unida a otros docentes, por amor a lo que hago cada día…
Enseño por egoismo.
Aprendo mucho mas de lo que enseño; vampirizo su ilusión ( es lo que me permite seguir practicando hasta que encuentro una nueva victima);
y sobre todo porque la docencia apuntala; de una forma débil y traidora pero lo hace, mi ego maltrecho después de los diarios fracasos y de la constatación repetida de mis insuficiencias…
Enseño medicina porque yo tomé esa decisión en su momento y la mantengo. No encuentro otras razones de mayor peso.
Tomé la decisión porque tuve la suerte de tener buenos maestros ( en mis tiempos, maestras médicas había muy pocas). Los maestros fueron modelos que yo quise seguir. Recuerdo su sabiduría, su paciencia, su compromiso, su interés por los alumnos. Y también recuerdo el cuidado que ponían en sus pacientes, como les preparaban para que pudiéramos aprender con ellos. Las circunstancias laborales fueron cambiando mucho desde aquellos tiempos. Y decidí que, a pesar de las circunstancias, yo seguiría enseñando medicina. Como lo habían hecho mis maestros conmigo.
Enseñar medicina me permite aprender, no sólo medicina, sino a seguir creciendo como persona, a mantenerme aún más viva profesional y personalmente. Si, puede ser egoísta enseñar medicina, como dice Jesús, pero es un egoísmo útil, usado para una buena causa.
Enseño porque me gusta, me siento bien al hacerlo.
Forma parte de mi profesión.
No hay mejor forma de aprender que enseñando.
Creo que tengo un compromiso ético con los jóvenes que están aprendiendo y con los mayores que a mi me enseñaron.
Continuo aprendiendo y espero hacerlo durante muchos años, ahora son los más jóvenes los que me enseñan a mi.
En un momento de madurez profesional y con una cierta desesperanza instalada en la sanidad actualmente, las personas que tienen interés por aprender suponen un estímulo y un reconocimiento.
Enseño a otros…
– Porque al enseñar, te obligas a ser mejor.
– Porque al enseñar, aprendes más de lo que enseñas. Aprendes de ti, y aprendes del otro.
– Porque me pasaron un relevo que es un tesoro y que no quiero que se caiga en mitad de la carrera.
– Porque hay cosas que no vienen en los libros.
– Porque si yo aprendo cada día… por qué no compartirlo?
– Porque no entiendo otra manera de hacerlo
Enseño medicina porque asi creo que aprendere mucho,porque es muy gratificante el compartir los conocimientos que he aprendido en mi año de experiencia y los que otros me han enseñado.
Porque me actualizo en mis conocimientos con las medicos actuales.
Yo he sido residente y he aprendido tanto con mi tutor que quisiera compartir esa experiencia como el,y como ha dicho otro compañero,creo que no existe mejor forma de aprender que enseñando a otros.
Enseño medicina porque sé que es una de las cosas que mejor se hacer. Es apasionante entrar en contacto con el otro(residente, paciente, compañero,lo que tu quieras…………..).
Ver, como logro sacar lo mejor del otro, sus potencialidades, potenciar que las desarrollen es una gozada, es el mejor regalo. Yo como docente no soy lo importante de la docencia, estoy aqui para acompañarte y hacerte ver que eres capaz de todo lo que quieras ser y solo por eso, me haces que me sienta importante.
Asi veo la docencia.
Cuando les pregunto a los compañeros porque no se animan a ser docentes, me atrevo a sugerirles algo tan sencillo como: El saber docente es hacer sacar a tu residente, alumno, lo mejor que lleve dentro, no tengo que ser «yo» el más sabio, el más docto (ahora si eso se produce chapó). Somos conductores de que las potencialidades se hagan realidad.
Intento enseñar Medicina porque es algo que debe estar innato en el ADN del médico, sale de tí porque el dar siempre es más satisfactorio que el recibir en la vida ,aunque ellos nos dan mucho ,sobre todo una sobrecarga de energía e ilusión que tus condiciones laborales difícilmente podrán hacerlo, aunque pienso que soy un afortunado con elegir la profesión que me gusta y que me paguen por ello,aunque consideremos ,ahora más que nunca, poco.
Por ello todo este bagaje y experiencia que se puede aportar a fin de engordar el ADN del médico bienvenido sea
enseñar>aprender>enseñar>aprender>enseñar>aprender…
¡hasta el final de los dias!
la evolución de la especie
Enseñar, enseñar yo creo que no enseño nada. Creo que nuestra formación es un viaje que podemos hacerlo en solitario ¡pero qué grato resulta cuando nos encontramos con otros! Tutores, compañeros, residentes que nos acompañan o acompañamos, que nos ayudan y ayudamos, sin pedir nada a cambio.
La base es el trueque de conocimientos , actitudes, emociones…
Yo con cada residente me convierto en una aprendiz y me reinvento.
Porque enseñando soy mejor médico
Trabajo en un hospital público con residentes y estudiantes y enseño medicina porque las obligaciones docentes son inherentes a mi práctica clínica, porque trabajo en equipo, me siento transmisora de los valores del profesionalismo, estoy comprometida en la mejora técnico-científica diaria. Enseño por agradecimiento a los que me enseñaron y revivo la ilusión que fomentaron en mí en los futuros médicos y especialistas, me siento integrante de un continuum generacional con el que transciendo en el tiempo. Se aprende y se enseña en el trabajo diario con nuestros pares; cualquier hospital donde he trabajado, grande o pequeño, ha sido un caldo de cultivo para el intercambio de conocimiento. Cuando juntos resolvemos problemas y enseñamos a otros cómo resolverlos estamos sentando las bases para la innovación y el desarrollo, porque tarde o temprano sabemos que puede producirse un salto cualitativo. Hoy más que nuca necesitamos docentes comprometidos que guíen a los estudiantes del grado en un mundo de nuevas tecnologías, global, cambiante; y que les conduzcan de los escenarios virtuales universitarios al mundo real de los hospitales. Poner en valor toda esta actividad requiere no sólo entusiasmo individual sino ayuda institucional y empuje colectivo. Como ejemplo, animo a los interesados a visitar la página de la AMEE: http://www.amee.org/index.asp?tm=9
Enseño medicina porque me gusta mucho, mucho, me hace mantenerme al día, me hace cuestionarme las cosas, me siento util y me parece que les aporto experiencia, me miran a veces como si supiera mucho, mucho, me gusta conocer sus opiniones y ayudarles a ser buenos médicos. y creo que en el fondo ayudarme a mi.
Durante muchos años he trabajado sola,en pueblos pequeños. Cuando empece a tener compañeros descubri de nuevo la alegria de aprender de otros, cosas que no vienen enlos libros, sus descubrimientos y experiencias,una forma de trabajo distinta a la mia que me hizo crecer como medico y como persona.Es mi pretension siendo tutora, olvidar la inercia,la rutina, seguir creciendo encompañia de los que empiezan.Ellos aportan novedad,fuerza,ganas,nosotros experiencias yentre todos una forma diferente de hacer las cosas.
Por egoismo puro y duro.
Egoismo de dos tipos: al enseñar me obligo a aprender y mantener mi mente abierta y despierta.
Y al enseñar intento sembrar una semilla que espero recoger en el futuro, cuando sea paciente de mis alumnos; una semilla basada en la honestidad, la confianza, el respeto, la humildad, en definitiva en la humanidad. Algo que no siempre es fácil de aprender en los libros
Yo no enseño Medicina. Acompaño, facilito, observo, doy mi opinión…
Me enseñan a mi y me hace sentir vivo profesional y personalmente.
Lo echo de menos y espero recuperarlo cuanto antes.
Enseño medicina porque lo he hecho siempre, porque no concibo mi trabajo diario sin la enseñanza, porque a mi también me enseñaron, porque me ayuda en mi trabajo diario, porque cuando enseñas y ves el fruto de tu esfuerzo te olvidas un poco de la podredumbre que actualmente nos rodea y sigues teniendo esperanza e ilusión. En fin, me gusta y me ayuda a mejorar y continuar
Ayer recibimos a nuestro nuevo residente, lo digo em plural porque aún siendo yo su tutora, todo el centro se volcó con el y todo el centro como ha ocurrido otros años va a colaborar en su formación.
Es un estimulo y un reto contar con residentes que parecen esponjas con los 5 sentidos en alerta para aprender el oficio de cuidar la salud de las personas.Nos ponemos en marcha otros 4 años ILUSIONADOS a pesar de todas las dificultades, que en este momento tenemos.
La respuesta es sencilla, pero muy elaborada en los años de ejercicio profesional: porque sí, porque es un compromiso hipocrático, porque me gusta. A mí me enseñaron y yo debo ahora enseñar a otros, así se trasmite el conocimiento. El que esta labor esté o no reconocida desde lo laboral no es relevante, lo que importa es que esté reconocida desde lo profesional, y ahí sí que lo está. Las opiniones de los que no reconocen esta labor no deben interesarnos a los que la ejercemos.
La docencia para un equipo de trabajo que se precie es uno de los motores esenciales de su dinámica, es una manera de seguir creciendo, de mantenerse motivados en el día a día, a pesar de los tiempos. Y como experiencia personal es la manera de seguir adelante y mantener las neuronas despiertas y por supuesto siempre es enriquecedor mantener contacto con las generaciones más jóvenes.
Retomo la enseñanza MIR (con los estudiantes de Medicina lo hice ya) después de muchos años sin Residente (me tocaron los comienzos y unos cuanto años posteriormente). Me leo vuestros comentarios para entrar en ello con cierta fuerza…quiero pensar que quien tuvo, retuvo…y no achicarme ante las nuevas generaciones. También porque me va eso de «la aventura de ser un eterno aprendiz». Gracias.
Enseño medicina porque así me lo transmitieron mis profesores en la cátedra del profesor D. José Casas en el Hospital Climico de San Carlos, a pesar de la plétora estudiantil de los años 70 y creo que es mi deber hacerlo con mis compañeros. Aprovecho para recordar a los dres. Audibert y Lozano Tomkin en representación de todos los que me enseñaron entonces. Un abrazo a todos.
El conocimiento y experiencias que NO son compartidos..NO EXISTEN!
No hay mayor placer, que encontrarse con colegas que me digan CON ORGULLO….Gracias MAESTRO
Considero la enseñanza un compromiso con la Sociedad, en este caso orientado a la formación de futuros Especialistas. Es más positivo enseñar a pescar que dar peces. Ofrezco compartir mi experiencia de 26 años como profesional de la Medicina, y a cambio recibo ilusión, esperanza, ganas de continuar a pesar de las dificultades diarias, que cada vez son mayores. Es muy gratificante ver su evolución y maduración como personas y como médicos, y saber que eres parte de ese proceso. Me siento mucho más realizado en mi trabajo desde que colaboro en la formación de Residentes…y también más actualizado, porque la enseñanza obliga a estar al día en novedades y además por los conocimientos que ellos mismos nos trasmiten.
Enseño para transmitir ideas y experiencias q permitan seguir avanzando en el Bienestar y en la Calidad de Vida relacionada con la Salud.
Enseño por motivación, por responsabilidad social, por ética y por satisfacción.
Salud.
Sigo esforzándome por contribuir a ser un buen médico porque en el contexto actual de deslumbramiento tecnológico y científico, hay que insistir en transmitir el valor de aprender para resolver incertidumbres y reducir el sufrimiento y, sobre todo, transmitir valores que hagan más humana, generosa, comprensiva, tolerable y efectiva la relación médico-paciente.
Es decir, que la vida profesional como médicos produzca satisfacción al que la realiza y al que la recibe.
En resumen, enseño para contribuir a una Sociedad universal más Saludable y Humana.
Todo dicho en los comentarios precedentes: enseñamos para aprender, por tradición, por compartir, por ayudar y ser ayudado a ser mejor profesional…en suma, por dar cuenta del encargo que nos hizo Hipócritas hace más de dos mil años…
Es Hipócrates obviamente, ¿me traicionó el subconsciente?…
Enseño medicina porque creo que es un compromiso que adquirí hace mucho tiempo cuando decidí ser médico de familia. Porque además he tenido muy buenos maestros y los sigo teniendo y necesitando…..siempre necesito aprender y si alguien me enseña a mi que menos que compartirlo.
Porque en esos fondos me siento mejor persona, porque la docencia es generosidad, y por tanto mejor médico porque ellos ( estudiantes, residentes…) me enseñan a mi cada día y me hacen ilusionarme y tener curiosidad por saber.
Como decía Antonio Machado» en cuestiones del saber sólo queda lo que se da»…como las buenas recetas de la abuela que si no las compartes se pierden.
Me gusta la medicina, me gusta ser médico y me gustan mucho, mucho, las buenas personas y los buenos médicos…..y la gente comprometida en hacer algo más que lo que se nos pide, para intentar cambiar las cosas a mejor…porque sino nada.. cambiara. Estas son algunas de las razones por las que creo que enseño medicina….